No hay solución individual para el coronavirus. Podemos cuidarnos pero si algunos no lo hiciesen será muy difícil aminorar la circulación del virus. Queramos o no, estamos hermanados ante las amenazas y sus soluciones.
Quedó claro que un Estado ausente aumenta los riesgos y las desigualdades. Sin normas que nos protejan quedamos a merced de inmisericordes. No habrá paz para avanzar condenando a enteras poblaciones.
Vendrán otros amaneceres. Que no nos encuentren restaurando las estructuras de maldad económica, política, mediática, judicial que consagraron inequidades e iniquidades. Algo nuevo, solidario, responsable, cuidadoso de la Humanidad y el Planeta es posible. Durante y después de la conmoción sanitaria toca erguirse, mejorar rumbos y trayectorias, cuidar de todos.
Hay otras formas de vivir y de sentir.
Cordial saludo,
Los Editores
Opinion Sur



