Historia y verdades

Decimos que la historia enseña porque muestra un sinnúmero de sucesos que sirven de insumos para sustentar interpretaciones de lo que acontece en el presente. Sin embargo, cabe explicitar que quienes investigan y explican procesos históricos para nada conforman un conjunto homogéneo sino todo lo contrario. Cada investigador analiza con mayor o menor rigidez desde su perspectiva ideológica. Esto es, del universo de factores y relaciones que existe en todo momento histórico cada autor prioriza algunos e ignora otros en función de lo que considera relevantes para comprender lo que estima es determinante. Quedan así abiertos enormes espacios interpretativos que, con el tiempo, de hecho se cuestionan o profundizan.

Así, por ejemplo, en un presente donde prima una desaforada concentración de la riqueza y el poder decisional, sería de la mayor importancia conocer y comprender las modalidades de apropiación en cada fase histórica. Que fuerzas pugnaron por hacerse de esa riqueza y cómo sometieron unos a otros; que límites pudieron haber existido; el traslado por fase histórica del poder de apropiación de unas fuerzas; cómo llegamos al presente; qué límites fueron violados; cuales fueron los valores y la consideración de “los otros” a través de la historia. En fin, existen valiosas investigaciones que enriquecen la comprensión y esclarecen las perspectivas pero queda mucho más por investigar, revisar, contradecir o profundizar, y no sólo en está critica línea de apropiación de riqueza.

Prevalece una historia oficial, aunque hay varias otras historias contestatarias. ¿Dónde quedan arrinconadas las verdades y cuasi verdades? ¿Cuánta manipulación es impuesta? ¿Quiénes financian las distintas investigaciones históricas?   

Cordial saludo,

Los Editores     

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *