Prima un mundo capitaneado desde la nube por grandes corporaciones que lejos de parar la concentración de la riqueza, la agigantan. Una estrecha fracción de la población mundial lucra en ese proceso a expensa del 90% de las enormes mayorías. Un sendero desastroso e insostenible que castiga a la humanidad y afecta el funcionamiento del planeta. Estamos transitando en el límite de cambiar de rumbo y forma de funcionar.
El desafío es enorme puesto que habrá que desmontar la concentración y establecer múltiples senderos de paz y equidad. Tocará expandir el esclarecimiento y la organización para sustentar los cambios, y escoger otros liderazgos para conducir la transformación con firmeza y responsabilidad. Estamos ante un esfuerzo colectivo que vale respaldar.
Cordial saludo,
Los Editores