Una ofensiva de radicales derechistas estadounidense promueve trabar mecanismos de sufragio, revertir derechos y libertades constitucionales de mujeres y minorías, prohibir la enseñanza de historia social, incluyendo el racismo, oponerse a medidas para contener la pandemia sanitaria, preparar acciones armadas contra el “comunismo y radicales de izquierda”.
Nada de esto es nuevo pero adquiere tal magnitud que se torna extremadamente peligrosa al cuestionar los fundamentos democráticos del país. Los riesgos que una superpotencia con poderoso arsenal atómico caiga en manos de ese tipo de liderazgo amenaza la seguridad mundial generando extrema incertidumbre. Confiemos que los partidos políticos de Estados Unidos sepan encarar este tremendo desafío.
Cordial saludo,
Los Editores