Opinion Sur
Llega un nuevo año, apenas un hito en la continuidad del pasaje del tiempo. Aun cuando los objetivos más elevados se mantengan, las circunstancias, lejos de permanecer estáticas, siguen inexorablemente cambiando. El inicio del 2016 es entonces una buena oportunidad para renovar desafíos y acciones ajustándolos a los nuevos contextos. Si no lo hiciésemos, perderíamos efectividad en la aplicación de nuestras energías o incluso podríamos confundir el rumbo frente a las diferentes dificultades con las que tocará convivir.
Los artículos de este número cubren los siguientes temas: (i) El acuerdo internacional sobre el clima firmado en Paris por 195 naciones como un primer paso para prevenir y mitigar los efectos nefastos del crecimiento económico y poblacional sobre el medio ambiente, (ii) la corrupción, manipulada según los intereses de cada quien, incluye críticas categorías que han sido poco o nada consideradas adquiriendo tal envergadura que se ha tornado sistémica, y (iii) la Tierra ya no tiene la capacidad de satisfacer las demandas humanas, se ha vuelto peligrosamente insostenible y reclama profundas transformaciones.
Cordial saludo,
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