Proteger las democracias

Las democracias de los países no centrales están permanentemente amenazadas por quienes detentan el poder económico. Son poderosos grupos minoritarios que pretenden mantener sin límites ni condicionamientos la concentración de la riqueza y el poder decisional que practican a expensas del resto de la sociedad. Otro rumbo más justo escogen las democracias orientadas a asegurar el bienestar general y el cuidado ambiental. Los conflictos entre tan antagónicos intereses son inevitables.

De algún modo esos duros conflictos pueden ser mejor o peor gestionados pero en ningún caso se detienen las embestidas para condicionar o destituir a gobiernos escogidos por la voluntad popular. Para lograrlo buscan complicidades, en una época eran los golpes militares y en el presente son las arteras maniobras judiciales y mediáticas. Es aún más grave cuando el poder local asocia a fuerzas internacionales, sean grandes conglomerados que ayudan a sabotear el funcionamiento económico, sean gobiernos de países centrales que acuerdan con las poderosas minorías la adhesión irrestricta a sus intereses geopolíticos.          

Proteger las democracias es un esfuerzo en varias dimensiones. Por de pronto, la fragmentación de la voluntad popular es un flanco de tremenda debilidad. Es necesario encararla y superarla con mucho trabajo político a nivel de las dirigencias y de permanente esclarecimiento en las bases comunitarias. Es arduo conformar unidad popular cuando los dominadores alientan o inducen las divisiones. Por otro lado, la estructura de poder global tampoco ayuda por más que los gigantes pugnen entre ellos y les toque confrontar vicisitudes internas. Las uniones regionales de países son instancias para que sus voces e intereses estén presentes en el tablero global.  

Ante tan enormes desafíos proteger y mejorar las democracias sigue siendo un ineludible factor de contención de abusos y arbitrariedades. Desguarecer imperfectas democracias que no satisfacen nos deja a todos aún más vulnerables.

Cordial saludo,

Los Editores   

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