Opinion Sur
El mes de julio ha llegado cargado de inequidades, injusticias y violencias, algunas con amplia cobertura mediática y otras sumergidas, perdidas en los torbellinos de la vida. Sin duda que hay causas específicas en cada situación pero la génesis de un buen número de ellas puede rastrearse en el rumbo y las formas de funcionar que una minoría hegemónica nos ha impuesto. Toca transformar ese rumbo que sirve a pocos y esa codiciosa e inmisericorde forma de funcionar que genera una diversidad de violencias. Habrá que seguir desenmascarando sutiles y no tan sutiles mecanismos con los cuales nos extraen buena parte del valor que generamos, dejar expuestos intereses encubiertos que son indefendibles a campo abierto y, muy especialmente, construir mejores opciones. Decíamos hace unos años que las transformaciones que deseamos no se sueñan ni se aguardan, se trabajan. Se trabaja para interpretar lo que sucede, para proyectar aspiraciones hacia un mediano y largo plazo alcanzable, para hacer converger intereses, para movilizar voluntades y para organizar la acción. Con alguna mayor experiencia mantenemos, ahora enriquecida, esa perspectiva y reafirmamos mes a mes nuestra determinación a través de la modesta contribución de los artículos que publicamos.
Cordial saludo,
Los Editores
