El mundo sigue convulsionado, miles de focos arden y de tanto en tanto amenguan; no se apagan por completo. Grandes jugadores se aferran al timón global; son países centrales y enormes conglomerados económicos que fijan el destino planetario cual emperadores no elegidos. La trayectoria que han impuesto privilegia a un 10% de la población mundial y castiga al resto. Ese “resto” son las inmensas mayorías poblacionales sometidas algunas con represión directa o disuasión represiva, y otras a través de la colonización de sus mentes para acercarlas a sus victimarios. Hay mucho por informarse, escuchar, debatir, comprender, explorar, mucho por cambiar. En ese turbulento contexto será difícil revertir el predominio de pocos sobre tantos sin levantar el esclarecimiento y la organización social.
Nada sencillo entrañan los mayores desafíos. Es preservar la Madre Tierra, la diversidad que enriquece, el respeto y el cuidado fraterno del otro, la escogencia de nuevas trayectorias. Hace al sentido y a la significación de las vidas.
Cordial saludo,
Los Editores
Si, falta mucho para la justicia social, será la educación con buenos espejos no contradictorios que este homo-sapiens logre un espíritu crítico en las grandes mayorias, seguirá evolucionando como especie y este desastre
actual en todas las áreas es sólo un relámpago en la historia humana.