Quienes dominan siempre procuran encubrir sus intereses y privilegios. Si no lo hiciesen tendrían que enfrentar mayores resistencias. Para lograrlo se apoderan de los medios hegemónicos, sectores claves de la justicia, la educación, ciertos centros de pensamiento estratégico y toda otra institución que les permita colonizar mentes y moldear a su favor las subjetividades. De este modo capturan democracias o refuerzan autocracias.
Habrá que resolver esta tremenda encerrona si deseamos vivir en sociedades que destierran la pobreza y la crudeza del sometimiento, sociedades pacíficas que defienden celosamente el medio ambiente, que enaltecen la equidad, una justicia independiente de quienes dominan, el diálogo democrático, la solidaridad, un apoyo creativo a todos sin exclusiones. Hace a una utopía referencial de cuidado de la humanidad y del planeta que nos cobija. Tan bajo hemos caído que vale explicitarla una vez más.
Cordial saludo,
Los Editores