Nuestro mundo y el de las élites

Élites empresariales, políticas, mediáticas y judiciales se han apoderado del timón global y de muchos gobiernos nacionales consagrando dos mundos superpuestos: el de esas élites y el de las enormes mayorías poblacionales. El mundo de las élites comete infinidad de atropellos que castiga sin piedad a los vulnerables, destruye el medio ambiente y succiona valor generado por la humanidad en su conjunto. Para lograrlo, somete a las mayorías económica y culturalmente; se apodera de recursos estratégicos que condicionan las trayectorias y coloniza las mentes para esterilizar resistencias. Si acaso eso no resultase suficiente, las élites tienen el poder de desestabilizar hasta destituir a democráticos gobiernos de base popular.

El desafío que muchos asumimos es el de transformar desde la política este orden impuesto a espaldas de la población mundial. Es un sendero difícil pero imprescindible de encarar. Es una marcha cuesta arriba plena de obstáculos como son los acuerdos internacionales que las élites tratan de imponer en negociaciones ocultadas a la opinión pública, como son la imposición de políticas públicas que procuran mantener lo más débil posible nuestras defensas ante la eventualidad de nuevas crisis globales, como también resulta de ignorar una diversidad de héroes colectivos que bregan cotidianamente para restituir mejores espacios de vida. Estos son los temas que encaramos este mes, identificando problemas y esbozando posibles cursos alternativos de acción.

Cordial saludo,

 

Los Editores

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