Europa: ajustar para transformar

Los países europeos atraviesan una fenomenal crisis sistémica. Muchos actores fueron tomados por sorpresa, otros advirtieron lo que venía y adoptaron muy diferentes actitudes: hubo quienes procuraron alertar sobre el huracán que avanzaba mientras otros se lanzaron a lucrar desaforadamente para aprovechar los enormes espacios de especulación que se iban abriendo.

En verdad, hay mucho por desentrañar y comprender respecto a la génesis de esta crisis. Puede uno quedarse analizando el impacto que provocan los déficit fiscales y el sobre endeudamiento público y privado, problemas bien graves y evidentes. Sin embargo no cabe duda que no surgieron de la nada. Han habido procesos muy profundos, y factores determinantes de esos procesos, que condujeron a los déficits y el extendido sobre endeudamiento. El desafío y la respuesta europea no puede ser entonces sólo contener la hemorragia de los desbalances fiscales y financieros sino, al mismo tiempo, actuar para remover las causas; ahora, sobre caliente, en el transcurso de la crisis, antes que el magma vuelva a cristalizarse (baste observar la experiencia del colosal salvataje practicado en los Estados Unidos que pospuso críticos cambios para «cuando pase el huracán» y, como resultado de ello, hoy les toca encarar la tremenda resistencia de los mismos actores que al estallar la crisis rogaban por auxilio a cambio de conceder lo que fuera necesario para poder sobrevivir). 

Si los países europeos en mayores dificultades y la Unión Europea en su conjunto produjesen el draconiano ajuste que están comenzando a aplicar para tan sólo retornar a lo que eran antes de esta crisis, podrían provocar un doble desastre.

(i) En su apuro por cerrar los flujos negativos, está el riesgo (casi certeza) de escoger el camino de menor resistencia, castigando una vez más a los más vulnerables, a quienes menos pueden defenderse; la contracara es que aquellos que condujeron el proceso y quienes lucraron a ultranza durante el período que antecedió a la crisis lograrán transferir buena parte -sino la totalidad- de su cuota de responsabilidad a los demás. Se abrirán inmensos espacios para una fulminante especulación y habrá un inmenso transpaso de activos e ingresos hacia los especuladores cuyos capitales no son afectados por el ajuste y se ven con manos libres y víctimas fáciles para proceder. El resultado será un enorme retroceso sistémico con una mayor aceleración del proceso de concentración económica y de desigualdad social.
 

(ii) Al mismo tiempo, al no focalizarse en transformar las causas profundas (estructurales y de funcionamiento) que condujeron a la crisis, los países europeos dejarían sin transformar la dinámica económica y social subyacente lo que hará que se reproduzcan, tarde o temprano, condiciones similares a las que produjeron la implosión que se quiere controlar. Esto habla de la futilidad de «salvatajes» que apunten a contener efectos en lugar de remover causas. 

Digamoslo con toda claridad: no existe un sólo tipo de ajuste sino varios y cada uno diferente de los otros. Si el tipo de ajuste escogido no implicase desde un comienzo una profunda transformación del rumbo y forma de funcionar de la Unión Europea y de los países que la conforman, el doloroso costo que habrán de pagar castigará desproporcionadamente a los sectores medios y bajos de la pirámide social y del aparato productivo. Mientras tanto, cuantiosos capitales no regulados lucrarán a mansalva a costa de los demás. No faltan ideas ni mejores estrategias; las hay y los propios europeos son los llamados a seleccionar aquellas que mejor les sirvan, pero la naturaleza de la crisis, la experiencia de otras regiones y el dolor de nuestros pueblos claman para que las soluciones que en definitiva se adopten sean desde el vamos portadoras de transformación.

Opinión Sur ha ofrecido su perspectiva sobre la génesis de la crisis global y y posibles estrategias de salida en numerosos artículos y libros  [La tormenta del siglo->https://opinionsur.org.ar/wp/la-tormenta-del-siglo-la-crisis-economica-y-sus-consecuencias/ y [Ajustar el rumbo->https://opinionsur.org.ar/wp/ajustar-el-rumbo-salir-de-la-crisis-hacia-un-desarrollo-sustentable/ ]; también lo hacemos en el presente número y procuraremos continuar en los próximos meses.   

Cordial saludo.

Los Editores     

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