Abatir el desempleo para salir fortalecidos de la crisis

El desempleo ha aumentado significativamente con la crisis global y abatirlo es crítico para lograr una salida sustentable de la crisis. Sostenemos que el desempleo puede y debe solucionarse en el transcurso de la salida de la crisis y no después. De otra forma podríamos adoptar una salida que termine reproduciendo las circunstancias que nos condujeron a la crisis. Existen recursos e instrumentos para abatir la desocupación pero es necesario hacer converger la determinación y las iniciativas de diversos actores. El punto focal es asegurar la formación de capital económico y social en la base de la pirámide movilizando el protagonismo de los propios desempleados y sus comunidades.El desempleo ha aumentado significativamente con la crisis global y abatirlo es crítico para lograr una salida sustentable de la crisis. Sostenemos que el desempleo puede y debe solucionarse en el transcurso de la salida de la crisis y no después. De otra forma un tipo de salida con mayor desempleo podría reproducir o agravar las circunstancias que condujeron a la crisis[[Ver el sustento de esta afirmación en varios artículos, e-books y libros de Opinión Sur.]]. Existen recursos e instrumentos que son capaces de abatir la desocupación pero para utilizarlos será necesario hacer converger la determinación e iniciativa de diversos actores.

Esto incluye al sector público reorientando sus políticas y regulaciones, a las empresas líderes de cadenas de valor ejercerciendo a pleno su responsabilidad mesoeconómica, a las organizaciones de la sociedad civil acompañando el proceso con asistencia técnica y organizativa, a la comunidad científica y tecnológica aportando su crítico insumo. Esta acción convergente generaría una poderosa sinergía para movilizar a pleno la capacidad emprendedora de los sectores de ingresos bajos y medios que es donde se verifican muy altas tasas de desempleo. El punto focal, aunque no único, de la estrategia es asegurar la formación de capital económico y social en la base de la pirámide. Allí anida talento, necesidad y determinación para emprender actividades productivas y comunitarias; lo que falta son medios y un sistema de apoyo que ayude a materializarlas.

Nuestros países debieran establecer políticas de Estado en materia tributaria, monetaria y de gasto público (social y productivo) que viabilicen un mejor funcionamiento de las pequeñas empresas y de sus comunidades; reclamar iniciativas de empresas líderes de cadenas de valor para fortalecer proveedores, distribuidores y subcontratistas; promover programas de microfinanzas que faciliten la conversión de los microproductores informales en unidades productivas bien estructuradas; movilizar en apoyo a la pequeña producción a la comunidad científica y tecnológica; conformar fondos locales de apoyo a la inversión productiva; alentar la creación de desarrolladoras de emprendimientos inclusivos y de redes de inversores ángeles social y ambientalmente responsables. He ahí una agenda posible.

Este listado no es exhaustivo ni agota las posibilidades de actuación pero da cuenta de la variedad de instrumentos y mecanismos de intervención que están hoy disponibles para promover la formación de capital en la base de la pirámide; con ellos puede movilizarse una inmensa energía social y capacidad productiva hoy muy pobremente utilizada. No es entonces ignorancia ni que falten instrumentos para promover esta formación de capital social y económico; falta sí decisión política, empresarial y de la sociedad civil para asignar recursos financieros e institucionales más allá de la simple experiencia piloto de modo de lograr impactos con significación macroeconómica.

Se trata de abatir el desempleo y la exclusión movilizando a muy diversos actores y, muy especialmente, posibilitando el protagonismo de los propios desempleados y de sus comunidades. Es fundamental cambiar su condición de desocupados generando empleos dignos, pero no sólo en pequeñas, medianas y grandes empresas (bienvenido que eso ocurra), sino también posibilitando que aquellos que tengan las condiciones necesarias puedan desempeñarse como emprendedores por cuenta propia, como organizadores sociales, como partícipes de emprendimientos inclusivos. Sur Norte Inversión y Desarrollo ([www.surnorte.org.ar->http://www.surnorte.org.ar]) y Opinión Sur han concentrado en este campo sus mayores esfuerzos, desarrollando en los últimos años una promisoria batería de instrumentos de apoyo a emprendedores individuales y a emprendimientos inclusivos.

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