Acerca de las guaridas fiscales
Los paraísos fiscales no sólo son un fenómenos criminal sino que en los últimos treinta años se han convertido en el verdadero motor de esa globalización de las finanzas iniciada en los años 80. Han contribuido a generar la crisis económica y los ciudadanos ya no se fían de dirigentes que salvan a los bancos y sus propios intereses, pero no los de su pueblo. Estos lugares son verdaderos paraísos de la ley: son la forma en que las élites se substraen a las legislaciones que en tantos casos han contribuido a promulgar. Las palabras clave son dos: “escapar” y “en otra parte”.
Nicholas Shaxson
Acerca de contar con una comunicación plural y abierta que no sea sepultada por los grandes medios
La necesidad de contar con una comunicación eficaz, que no sea arrasada o aplastada por la predominancia de los grandes medios, es clave para la prosecución de cualquier emprendimiento liberador en América latina. El juego de las redes sociales, los grupos de discusión o foros digitales son instancias apreciables, pero ofrecen un campo infinito para la dispersión de la pavada, cuando no la de la provocación, o bien suelen centrarse en discusiones auto referenciadas que a menudo aburren o irritan a quienes se acercan a ellas. Hay que encontrar una estructura comunicacional que sirva a la construcción de un proyecto político de veras democrático. Pero la comunicación plural y abierta no se podrá alcanzar si no existe una norma constitucional que impida la formación de concentraciones monopólicas capaces de sepultar o hacer de lado a los medios que no disponen del fondeo económico de sus rivales.
Enrique Lacolla
Acerca del capitalismo como fuerza acéfala que se expande ilimitadamente
Cualquiera que sea la posible caracterización del capitalismo, en su mutación neoliberal, hay un hecho que se impone: el carácter ilimitado del mismo. El capitalismo se comporta como una fuerza acéfala, que se expande ilimitadamente hasta el último confín de la vida. Esta es precisamente la novedad del neoliberalismo, la capacidad de producir subjetividades que se configuran según un paradigma empresarial, competitivo y gerencial de la propia existencia. La “violencia sistémica” del régimen de dominación neoliberal no necesita de una forma de opresión exterior, salvo en momentos cruciales de crisis orgánicas y, en cambio, logra que los propios sujetos se vean capturados por una serie de mandatos e imperativos donde los sujetos se ven confrontados en su propia vida, en el propio modo de ser, a las exigencias de lo “ilimitado”.
Jorge Alemán
Opinion Sur



