¿Que es un buitre en la naturaleza? Hoy en día es fácil encontrar la respuesta.
Basta consultar por Google al sitio de Wikipedia. En el leemos:
“Los buitres son aves rapaces del orden Falconiformes que suelen alimentarse únicamente de animales muertos, aunque a falta de estos, son capaces de cazar presas vivas. Los buitres se encuentran distribuidos por todos los continentes, excepto la Antártida y Oceanía.[…] Una característica particular de muchos buitres es su cabeza pelada, desprovista de plumaje. Esto se debe con seguridad a que una cabeza con plumas se mancharía con sangre y otros fluidos durante la alimentación y sería difícil de mantener limpia. El cuello es más largo y pelado cuanto mayor es el tamaño de las presas. Puesto que, salvo algunas excepciones, no matan ellos mismos a sus víctimas, carecen de garras poderosas; las que tienen son cortas y romas, más adaptadas para andar que para matar.”
¿Que es un buitre en el ámbito financiero? Es el apodo que le damos a un fondo de inversiones que compra los bonos de un emisor en desgracia, por ejemplo bonos de alto interés de una empresa al borde de la bancarrota. Los buitres apuntan a adquirir los bienes de una compañía muy endeudada, cuando sienten que sus propietarios no podrán pagar los intereses a tiempo. Como el apodo sugiere, estos fondos rapaces rondan con paciencia alrededor de empresas malheridas, para lanzarse a la caza de sus restos cuando éstas están por expirar. El objetivo es extraer beneficios de precios originales muy reducidos. Muchos sostienen que algunos fondos de capital de riesgo se comportan como buitres, haciendo presa de compañías en dificultades, comprando sus títulos, y forzándolas a devolver el préstamo, más intereses.
Pero no son sólo las compañías en dificultades financieras las que son presa de los buitres. En algunos casos estos se ensañan con países enteros, especialmente aquellos en vías de desarrollo que contrajeron una deuda difícil de pagar. Se trata de la pugna entre aventureros de alta finanza y países soberanos. Esto es lo que ha sucedido con el fondo buitre del señor Paul Singer y la República Argentina. La pugna se ha jugado principalmente en un juzgado de New York. El señor Singer sostiene que la Argentina debe acatar “la ley de mi país”, mientras que su fondo de inversiones tiene sucursales en las patrióticas islas Caimán y otros paraísos fiscales.
Esos fondos compraron la deuda de una pequeña minoría de inversionistas internacionales que se habían negado a aceptar el recorte de la deuda soberana negociado con la mayoría de los creedores de Argentina trece años atrás. El fondo quiere resarcirse a pleno, sin recortes, y en su defecto, bloquear el pago regular de intereses de la deuda pactado con la gran mayoría de acreedores con anterioridad. Al impedir el pago, el tribunal ha forzado a la Argentina, pese a haber depositado la suma necesaria en la banca Mellon, a entrar en un “default técnico” que es un vencimiento forzado, razón por la que habría que encontrar otro término para caracterizar la situación. El fondo logró fallos a su favor en varios juzgados de los EEU y algunos otros países como Ghana, que llegó al extremo de incautar el barco-escuela Libertad.
Estas maniobras operan con dos lógicas distintas: una es la lógica de la negociación financiera internacional, que involucra a los grandes bancos y a organizaciones publicas multilaterales, como el Fondo Monetario Internacional. El acuerdo mayoritario después del default del 2001-2 fue negociado precisamente con estas organizaciones, que en este bestiario juegan el papel de los leones. Nuevamente leemos en Wikipedia la descripción del rey de la jungla:
“El león (Panthera leo) es un mamífero carnívoro de la familia de los félidos y una de las 5 especies del genero Panthera. Algunos machos, excepcionalmente grandes, llegan a pesar hasta 250 kg, lo que los convierte en el segundo félido viviente más grande después del tigre. Hasta finales del Pleistoceno, hace aproximadamente 10.000 años, de los grandes mamíferos terrestres, el león era el más extendido tras los humanos. Su distribución cubría la mayor parte de África, gran parte de Eurasia, desde el oeste de Europa hasta la India, y en América, desde el río Yukón hasta el sur de México.”
La otra lógica, la de los fondos buitres, es la lógica intransigente y la persecución judicial con el afán de un lucro desmesurado, con lo cual entra en conflicto con los “leones” financieros y afecta indirectamente a toda negociación futura de restructuración de la deuda soberana de otros países.
En mi opinión, esta vez los fondos han ido demasiado lejos en su ambición. No me sorprendería por lo tanto que los “leones” del mundo financiero hagan presión para que haya concesiones mutuas en una continua negociación, hasta superar el default técnico al que se ha llegado.
En el bestiario que presento, el apodo de “buitre” me parece equivocado. Ave de carroña, el buitre no es sin embargo un animal feroz: sólo ayuda a limpiar los restos de criaturas muertas en la intemperie. Hay otro animal que se comporta en la vida silvestre igual que los fondos aventureros en la vida financiera. Es un mamífero que se alimenta de los trofeos de los leones, sin tomarse el trabajo de cazar. Este animal es la hiena, cuyo comportamiento ha sido calificado por los zoólogos de “cripto-parasitismo.” Este animal tienen una reputación mas siniestra que la de los buitres. Consulto otra vez a nuestra fiel Wikipedia:
“Los hiénidos (Hyaenidae), conocidos comúnmente como hienas, son una familia de mamíferos carnívoros pertenecientes al suborden Feliformia.[…] Aunque es comentado que son carroñeros cobardes y practican el cleptoparasitismo, las hienas, especialmente la hiena manchada, ocasionalmente caza por sí misma, y es conocido que espantan a leopardos o leones de sus presas muertas; la mordedura de la hiena es la más fuerte entre los mamíferos.”
En la pulseada reciente, la Argentina “no aflojó” y las consecuencias del impasse no se han hecho ver por el momento. Algunos observadores opinan que el país, como Sansón, ha dejado que el templo caiga sobre todos, incluso a sus acreedores. No creo que la situación sea tan dramática, pero sí me atrevo a pronosticar una injerencia jugosa por parte de un tercer actor, que en mi bestiario es el zorro.
“El zorro común o zorro rojo (Vulpes vulpes) es una especie de mamífero muy conocida, de la familia de los cánidos, de distribución holártica, aunque también fue introducido en Australia en el siglo XIX. Es un animal silencioso y muy cauteloso, que caza sobre todo por la noche. Durante el día permanece oculto entre los matorrales o en sus madrigueras, excavadas en parajes secos y escondidos, a menudo entre las rocas, los barrancos herbosos y las espesuras.[…] El zorro está presente en la mitología de muchas culturas y también aparece en innumerables cuentos y fábulas generalmente representando la astucia y la inteligencia.”
Se trata de las grandes firmas de abogados. Estos cobran abultados honorarios mientras pactan un arreglo que llevaría a las partes a salvar las apariencias y lograr arreglos después de fin de año, cuando caduquen ciertas cláusulas pactadas que hoy justifican la intransigencia.
Finalmente, estimado lector, existe otra razón por la que propongo cambiar el nombre de buitres por el de hienas. Es por respeto al mayor de todos los buitres: un ave majestuosa capaz de volar a siete mil metros y observar la gran extensión del interés nacional. Se trata del cóndor, símbolo de orgullo y soberanía.
Opinion Sur



