Las autoridades de mesa son fundamentales para llevar a cabo un proceso electoral en la Argentina. Sin embargo, en los últimos comicios muchos de los seleccionados no se presentaron y eso generó todo tipo de problemas: desde mesas que abrieron tarde hasta boletas que faltaban y nadie sabía qué hacer. ¿Por qué es importante tomar ese compromiso, si nos toca, una vez cada dos años?

Cada dos años, a través del sistema democrático argentino, se le pide a los soberanos, el pueblo, que participe activamente en las elecciones para permitir la legitimación de la democracia y de sus instituciones. Uno de los pilares de la democracia, que tanta sangre costó recuperar, es la participación ciudadana. Participar como votante pero también como un ciudadano que organice y coordine la mesa electoral y permita que sus conciudadanos ejerzan su derecho.

En los últimos comicios argentinos se observó una creciente apatía para concurrir en calidad de autoridad de mesa. En las elecciones nacionales de 2007 votaron en promedio 34.000 electores por minuto. Y es por eso que el atraso en la apertura de las mesas por la ausencia de sus autoridades provocó que miles de personas tuvieran que esperar y votar horas después del cierre oficial de los comicios.

¿Por qué ser autoridad de mesa?

Si no existiese esta figura, no sería posible llevar a cabo una elección de escala nacional. En la Argentina hay más de 28 millones de electores esparcidos por todo el territorio. La logística de lograr que haya una urna en cada rincón es una tarea titánica.

Es vital lograr una imagen de imparcialidad en los comicios para poder legitimar los resultados. Si el Estado hiciera todo, seguramente habría quienes lo acusarían de fraude, porque sería fácil para los gobiernos adulterar la elección. Y al seleccionar al azar las 140.000 autoridades de mesa se contribuye a la transparencia. Durante las horas que dura el proceso -desde la apertura y conteo de votos hasta la entrega de los materiales- el Estado se hace a un lado y son los ciudadanos los que llevan la voz cantante. Es la democracia a flor de piel.

Voluntarios por un día

Dada la alta deserción de las últimas elecciones, la Cámara Nacional Electoral habilitó por primera vez un registro para voluntarios a ser autoridades de mesa. Hasta finales de mayo se anotaron más de 3700 voluntarios, cifra lejana a las 140.000 autoridades necesarias. Así, por ahora sólo se cubrirían el 2,65% ciento de las plazas, aunque faltan aún los datos de todas las universidades. El sistema prevé que cada una los recopila por separado.

Cabe remarcar que el llamado a voluntarios no implica que el sistema tradicional para convocar a las autoridades no se lleve a cabo. 30 días antes de la elección, las juntas electorales de cada provincia enviarán miles de telegramas a los ciudadanos que sean elegidos al azar para cumplir con su deber cívico. En caso que estos telegramas no sean correspondidos, las Juntas podrán recurrir al registro de voluntarios.

Capacitación

Un gran problema de las elecciones de 2007 fue la pobre o nula capacitación de los presidentes y suplentes de mesa. Si ellos no saben lo que tienen que hacer, por más buena voluntad que haya, el esfuerzo se pierde. Y con él la transparencia y la legitimidad de los comicios, y la confianza de los electores. En 2007 muchas autoridades no sabían qué hacer ante la falta de boletas y daban respuestas del tipo “votá a otro”.

Los manuales realizados por la Cámara Electoral responden a éstas y a muchas otras cuestiones. Incluso en esta área se innovó y los nuevos manuales están acompañados por dibujos didácticos. Si bien a primera vista esto parece un paso adelante, también se puede decir que refleja la falta de interés que mostró la ciudadanía en 2007 para tomarse un rato y leer un texto sin imágenes. Además, ahora se puede encontrar el material no sólo impreso, sino en animación Flash y en PDF.

Fuentes de la Cámara Electoral mencionaron que una semana antes del 28 de junio el Canal 7 emitirá regularmente un video instructivo para capacitar a las autoridades. Hasta ahora no se pudo avanzar con el resto de los canales. Pensemos que si en un programa de Tinelli se explicara brevemente lo que se debe hacer, casi un tercio del país se enteraría. Aunque es muy dudoso que eso suceda.

También hubo un adelanto con el tema viáticos. Durante la última elección se destinaron 100 pesos por persona para este rubro. Ahora, se asignó además una suma de 30 pesos en el caso en que se tome una capacitación. Quizás, esta nueva herramienta financiera logré que muchos hagan el curso para saber qué tienen que hacer. Acá podés encontrar información para inscribirte en la capacitación ¿Quién puede ser autoridad de mesa? Casi todos los ciudadanos argentinos mayores de 18 años. El Código Electoral dice que se debe ser un elector hábil, residir en la sección electoral donde deba desempeñarse y saber leer y escribir.

Controversias

Apenas se abrió el registro, llovieron las acusaciones porque inicialmente sólo estudiantes o graduados de universidades públicas podían presentarse. En la Cámara Electoral dijeron que más allá de sentirse objeto de críticas, estaban contentos de ver que la ciudadanía demostrara interés y quisiera participar. Rápidamente, presentación ante el Instituto contra la Discriminación mediante, se abrió el juego a todas las universidades.

¿Por qué se excluyó a las privadas? La justificación fue que estos ciudadanos se beneficiaron (o benefician) de la educación gratuita y, de esta manera, pueden hacer una devolución a la sociedad, gestionando una vez cada dos años mesas electorales. “No fue para excluir –dijeron en la Cámara Electoral- sino que se buscaba encarar a un universo vasto que reflejara las múltiples características culturales, políticas, ideológicas, etc. de la sociedad”. Fuera de los universitarios, cualquier ciudadano puede acercarse personalmente a las secretarías electorales y registrarse.

Confusión común: Fiscal ≠ Autoridad

Antes de terminar, vale remarcar que no es lo mismo ser fiscal de mesa que autoridad de mesa. Los fiscales no son autoridades de mesa, sino representantes de agrupaciones políticas que velan por el desarrollo de los comicios teniendo en cuenta los intereses de su partido.

El presidente y el suplente son las únicas y máximas autoridades, sin cuya presencia la mesa no se puede abrir; en cambio, no es imprescindible que estén los fiscales para inaugurar el comicio. Faltan pocas semanas para las elecciones y se teme que vuelva a pasar los mismo que en 2007: deserción de autoridades, largas colas, enojos, tardanzas, errores y acusaciones varias. Pronto llegarán esos ominosos telegramas a destino y esperamos que cada uno cumpla con su rol. Al fin y al cabo es el momento de demostrar el valor que la democracia tiene para nosotros como sociedad.

Ilustración: Bárbara Dana

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