El autor de la nota dice que el cine es el mejor arte para expresar los cambios a través del tiempo… ¿suena lógico no? En toda crisis como la que estamos viviendo se producen modificaciones, pequeñas o grandes transformaciones que hacen que estemos mejor, peor o distinto. Mientras filosofamos, acá nos ofrece una lista de ¿5? películas que vale la pena ver en estos tiempos difíciles.

La crisis llegó para quedarse. Se instaló en muchísimos ámbitos de nuestra vida. La crisis ha sido un tema recurrente del cine de todos los tiempos. La crisis no sólo como el fracaso de un modelo económico o como la imposibilidad de viajar a Disney. La crisis como cambio. Como nuevo orden y por qué no, como oportunidad.

En este listado proponemos cinco películas en que la crisis se presenta con fuerza. Cinco tipos de cambios bruscos, perseguidos o no, en los que las cosas mutan y se transforman. Después de todo, el séptimo arte tiene bastante de crisálida, aunque nada asegura que lo que surja de ella sea una hermosa mariposa.

Breve introduzzionne teórica

Nos atreveríamos a decir que una película es la narración de un razonamiento; allí están los elementos de análisis, allí la hipótesis, luego aparece una tesis, que rápidamente es repudiada y atacada con una antítesis y finalmente hay una síntesis triunfadora. Más o menos así es el viejo esquema tripartito del Filósofo, que no por viejo es sonso.

Podría resumirse de la siguiente manera:

• Primer acto. Presentación de los personajes y de la situación general. A este estado se lo conoce como “armonía”. Todo marcha bárbaro hasta que aparece un elemento disruptor y comienza la narración propiamente dicha.

• Segundo acto. El desarrollo. Aquí suceden todas las acciones de la película. El héroe intentará por todos sus medios conseguir su meta, reestablecer el orden, conquistar a la chica o simplemente liberar a la ballena gigante para que finalmente salte sobre un acantilado con un tema de Michael Jackson de fondo.

• Tercer y último acto. Aquí el héroe ya ha puesto su deseo en acto y lo ha llevado hasta las últimas consecuencias. Atravesó lo que se conoce como “punto de no retorno”, que -como su nombre lo indica- es aquel instante o acción en que ya nada será lo mismo. El último acto es el estado nuevo al que el personaje accedió.

Si observamos este ente tripartito conocido como “Estructura actancial de tres actos” (eviten dormirse mis queridos lectores) veremos que hay un viaje hacia la transformación. Este cambio, esta modificación de la situación o del personaje se da en la famosa variable tiempo.

Y aquí entra el dato revelador. El cine es el arte que mejor permite dar esta relación tiempo – espacio y expresarla con una estructura racional en pos de relatar una transformación. En pos de expresar las enormes sutilezas o las brutales sucesiones de acciones que llevan a un hombre a ser otro. Desde las películas de Steven Seagal vengando a su familia hasta los panfletarios films rusos, el cine se ha mostrado como un fiel amigo del razonamiento del cambio. Algo así como “dime cómo razonas y te diré hacia donde te diriges”. O tal vez no.

Ahora una lista de películas emblemáticas acerca del cambio y la crisis.

1) El Maquinista – El cuerpo en crisis

Esta película corresponde al tipo “transformación-actoral-severa-que-involucra-perder-o-ganar-muchos-kilos”.

Christian Bale adelgazó 30 kilos para encontrar el punto caramelo a su personaje atormentado. Un operario de maquinaria pesada en la industria del acero. Un recuerdo que lo persigue y lo acorrala. Incapaz de conciliar el sueño, de siquiera recordar lo que lo atormenta, comienza su viaje al fin de la noche en formato dieta de la luna. Hacia el minuto 20 del film hay una imagen realmente inolvidable. El personaje se quita la remera ante el espejo del baño y nos permite vislumbrar la consecuencia de su tormento. Su cuerpo alcanza una imagen similar a las vistas en los campos de exterminio durante la Segunda Guerra. Una verdadera condensación del famoso “piel y hueso”.

2) Apocalipsis Now – La psiquis se transforma

Esta película vale por dos. Primero lo más conocido: Marlon Brando engordó 20 kilos, se afeitó la cabeza, escondió la mirada en la oscuridad de la noche vietnamita, y en un plano medio lateral, se frotó la calva y con temeridad y genio lanzó “El horror, el horror”. Y fue premiado. Pero también había otro animal del género mutan mutandis. El 64 veces arrestado Martin Sheen, quien no sólo se tomó en serio su personaje sino que luego de una escena especialmente fuerte, sufrió un ataque al corazón. Una inesperada serie de lluvias y los imponderables más imprevistos hicieron que la realización del film se transformase en algo especialmente difícil de llevar a buen puerto.

Muchas películas han iniciado ese viaje hasta el fin de la noche, pero poquísimas, contadas con los dedos de una mano, son las que han arriesgado tanto para contarlo tan bien.

3) Adiós a las Vegas – La Gran depresión

Lo siento. No todas las acepciones del cambio son positivas. No siempre modificarse u elegir un camino de mutabilidad nos lleva a buen puerto. Sino, miren al bueno de Nicolas Cage, que en esta película es un escritor que decide tirar todo por la borda y huir hacia Las Vegas.

Hay una escena en este film que se encuentra entre las favoritas de quien escribe; la escena emblema del héroe romántico. Nicolas Cage es llamado por su jefe que lo está notando un poco fuera de sincro. Cage se presenta, desalineado y ebrio a la cita. Su jefe le ofrece una indemnización para despedirlo. El hombre es su amigo y se percibe que la decisión lo supera. Lo que tiene enfrente es un tipo entregado al vicio de buscar al diablillo en la botella y pegarse mamúas infernales.

Entonces le pregunta que hará de ahí en adelante con todo el dinero. Y Nicolas responde
Voy a ir a las Vegas.
¿A qué? – pregunta con candor su jefe.
A morir – dice Nick. Y lo hace con una convicción que no pretende ser desafiante ni temeraria. Lo dice y el resto de la película lo veremos caer, caer y caer hasta conocer los subsuelos de un buen hombre. Y hallará algo parecido al amor y veremos que tanguito la pifiaba fiero cuando decía que “es lo más fuerte”. Nada resiste mil litros de gin tonic.

4) El Huevo de la serpiente

El recientemente fallecido David Carradine es el testigo angustiado y mudo de una sucesión de calamidades. Tiempo y Lugar: Alemania años 30; hambre, inflación de la moneda (al mil x mil), noches que ni la ginebra más fuerte puede entibiar y el caldo de cultivo para la formación de un odio irracional y demente que desembocó en el Holocausto.

El film intenta expresar, paso a paso, los motivos que llevaron a una sociedad como la alemana a caer en una de las patrañas más miserables que dio el siglo 20; la creencia de la supremacía aria y el odio hacia el pueblo judío. Paso a paso veremos como el marco social, las relaciones y toda expresión de sensatez van desvaneciéndose hasta llevar a nuestro protagonista a la locura; la misma que luego fue utilizada para ser arma de muerte.

5) Lost in Translation – Cambiar por cambiar nomás

Simple, fresca y bien iluminada. Así es esta película. Posee los adjetivos que deben definir el hogar según los sabios orientales.

¿Cómo se observa el cambio aquí? De una manera microscópica. Los dos protagonistas se hallan en una ciudad lejana y ajena por motivos distintos. Sin embargo se encuentran porque comparten algo profundo y mudo que no los deja dormir.

Con Scarlett Johansson con las manos en los bolsillos deambulando por la ciudad y Bill Murray intentando salir del insomnio, la película va de a ratitos, despacito, con amor, agudísima observación y sobre todo ternura, metiéndose al espectador en el bolsillo.

Lo realmente único de esta peli es que nos enseña que también los cambios más significativos de nuestras vidas pueden darse sin la necesidad de tanta histeria circundante.

Chapeau para la hija de Francis.

Bonus Track

El mundo moderno nos ha acostumbrado a que todo material ligado al cine o la música incluya un bonus track. Esta lista no será la excepción.

El ladrón de Orquídeas – Cambiar algo para que nada cambie

Abeja reina de la colmena donde se produce la jalea imperial de la que se alimentan todas las variantes de camaleones del mundo. Si las películas de esta lista montasen una revista en calle Corrientes, ésta sería la vedette última que baja las escaleras emperifollada y extendiendo los brazos.

El “deber-ser” de las películas razonamiento. El tiránico súper-yo de los films autorreferenciales de nuestra líquida posmodernidad. El metraje a continuación será revolver y subvertir hasta lo demencial y “demenciante” (si no existe la palabra es un bache de la RAE), la psiquis de un sujeto.

Andy Kaufman escribe que le han encargado la adaptación de una novela para guión cinematográfica. Detrás de esta tarea mundana y tantas veces vista comienza la travesía emocional más graciosa y original del cine reciente.

El propio guionista se introduce como personaje principal ytransforma la película en una historia acerca de las dificultades de adaptar una novela a un film. También escribe acerca de la imposibilidad de adecuarse a una tarea, a una mujer, a una rutina, a la vida en general. El bueno de Andy queda hecho polvo y renace como el fénix en todo lo que no sabía que quería ser.

Una inteligentísima y sobre todo, entretenidísima película acerca del cambio, la adaptación y la mutabilidad.

Y aquí vamos terminando. Otra lista de dudosa utilidad para la vida diaria, aunque quién sabe, en una de esas, tal vez, después de ver alguno de estos films, sienta algo en la boca del estómago. Una cosquilla molesta que lo deja ansioso. Semilla del cambio que le dicen.

Ilustración: Guadalupe Giani

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+Info

5 películas que hablan de cambios en momentos difíciles:

El Maquinista

Apocalipsis Now

Adios a Las Vegas

El Huevo de la serpiente

Lost in Translation