Codiciosa soberbia y mejores trayectorias

Cuesta desenmascarar la codicia y la soberbia cuando todo un aparato propagandístico y publicitario trabaja incesantemente para ocultar lo evidente: que el desaforado proceso de concentración de la riqueza tiene consecuencias y responsables. De un lado la concentración de la riqueza y del poder que deriva de ella, sustentada con políticas públicas en los países centrales que protegen su reproducción, afecta los intentos de crecimiento orgánico, de desarrollo sustentable e inclusivo de nuestros países. Los responsables son entidades financieras y acaudaladas personas, con sus cómplices en los medios, la política, la justicia, ciertas usinas de pensamiento estratégico y asesores que les son afines. Ese pequeño segmento de la población mundial hunde a inmensas mayorías en la pobreza y en una abyecta desigualdad social; no les importa sino lucrar y mantener su alienado estilo de vida. Codicia y rapacidad afloran de la mano de la soberbia de creer que será eterna la impunidad de la que hoy gozan. Poco saben de la historia de la humanidad y de la capacidad de los pueblos para construir mejores trayectorias.

En este número de Opinión Sur seguimos tozudamente aportando a esa nueva construcción social con más análisis y propuestas.

Cordial saludo.

Los Editores

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